miércoles, 28 de marzo de 2007

BITTER BLUES: Noche de R N' R en el Azul

(Una crónica de Diego - Ruta 66)
Había cierto miedo a la segunda aparición en escena de la A.C. "Puente Colgante" y sus conciertos de "El Azul". Había que superar lo andado, y ciertamente estaba complicado. Los encargados para tal empresa eran los Bitter Blues. Como repertorio eligieron una catarata de clásicos de la historia del Rock, uno tras otro y sin prisa pero sin pausa. El resultado, un éxito. Se pudieron escuchar todo tipo de influencias y estilos: surf, blues, reggae, rock, boggie, swing, rock and roll y hasta algún corte de carácter más duro, coqueteando amablemente con el heavy. ¿Se puede pedir algo más?.
Arrancaron con el instrumental surf "Hawai 5.0" (al estilo de los Ventures o del stacatto de los Deltones de Dick Dale), un tema para calentar motores (y dedos) y atraer la atención del personal. Le siguieron el "Caledonia" y el "Don´t Stop" de los Stones. Con la buena impresión causada, el que más y el que menos se pidió una Mahou para aderezar un momento tan dulce. A "Burnin' love" le siguió un largo guiño a Eric Clapton, ya que sonó el famoso y poderoso riff de "Cocaine" y el "I Shot the Sheriff", firmado por Bob Marley . Empezó a animarse el personal cuando enlazaron el "Be Bop A Lula" de Gene Vincent con el "All Shook Up" de Elvis y el "Blue Suede Shoes" de Carl Perkins en un largo medley; estaban sonando las raíces del Rock and Roll y la gente comenzó a mover el esqueleto (otras, movían sus poderosas caderas). Mientras la cerveza corría una tras otra podías observar caras de sorpresa, felicidad y perplejidad entre del público…
la noche pintaba muy bien, estábamos todos muy a gusto, escuchando muy buena música muy bien interpretada.La afluencia no era masiva (3 cuartos), pero ya estaba claro que el grupo no iba a defraudar. Quedaba patente que nos encontrábamos ante muy buenos instrumentistas y ante una guitarra ecléctica, versátil y camaleónica; capaz de sonar en uno u otro registro con una facilidad pasmosa….-"Oye, el guitarrista es bueno de cojones"-, era el comentario habitual entre el público. Y mientras, otra cerveza. "See See Rider", habitual del Elvis marchito alargó la fiesta rock and rollera hasta que apareció el Blues de B.B. King con "Rock me Baby", el boggie de "Let The Good times Roll" y el "Blues is allright"Tras un breve descanso le tocó el turno a los Creedence . Nada mejor que un Brugal con coca cola para recordar a aquella magnífica banda californiana… La versatilidad del grupo quedó patente con el "Tu vuò fa l'americano" de Renato Carosone, en clave de swing. Ya nadie dudaba de ellos. Para ese momento la gente estaba ya totalmente entregada; la piel del personal se erizó cuando sonó "Born to be Wild" El orgasmo llegó cuando apareció el que faltaba: Chuck Berry y su Johny B. Goode", probablemente "la" canción el Rock and Roll. ¡Que levante la mano el que no gritaba aquello de "Go, Go Johny Go Go"!…. Mientras Alberto cabrioleaba por el escenario imitando el chuckwalk, el delirio se apoderó del público. En medio de este maremágnum-musical-orgiástico los más puristas echábamos en falta la guinda, y esa guinda fue el "Sweet Home Chicago" de Robert Johnson interpretado como la concibieron los mismísimos Blues Brothers, con sólo de saxo incluido. En medio de una borrachera psicológica y musical (que no alcohólica), los Bitter nos "regalaron" el último guiño de la noche; un merecido tributo a los AC/DC con sus "Highway to hell" y "You shook me all night long", exprimiendo su vertiente más heavy y dura. Cuando recogieron, en el ambiente aún flotaban chispas; la piel de más de uno estaba todavía erizada cuando se arropó satisfecho en cama: la desafiante reválida se había pasado con nota.
Resumiendo; un grupo muy bueno, imprevisible, divertido, con "escena" y con una guitarra excepcionalmente ecléctica, virtuosa y versátil: capaz de "clavar" el sonido de Chuck Berry, de Hank B. Marvin, B.B. King o AC/DC; todo sin cambiar de guitarra. Y la sección rítmica, brutal. Sin desperdicio oiga.


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